La Navidad es el momento del año que prefiero. La ciudad se viste de luces, las manos se calientan con guantes y castañas, las calles se cubren de decoraciones y las cocinas se llenan de un aroma especiado que huele a canela, jengibre y felicidad.
Aún así, hay muchas personas que en las fiestas lo pasan mal. Un poco por el estrés de hacer regalos para todo el mundo, un poco por lo difícil que es cocinar para mucha gente, un poco por el sentimiento de culpa al comer galletas y turrones, al final, se acaba pasando mal y encima se ganan unos kilos de más. ¿Pero quién dice que deba ser siempre así?
¿Y si pudiéramos pasar una perfecta Navidad en familia sin tener que engordar?
Se que puede parecer imposible, pero no lo es. Os cuento los problemas que me solía encontrar yo.
1. Si preparo comida de dieta para mi, me siento marginada
Recuerdo un año (antes de conocer DMA) en el que quise preparar el clásico menú de Navidad para mi familia y uno de dieta para mi. Fue horrible, el intento fracasó a los 5 minutos, porque en cuanto mi familia vio que yo tenía un plato diferente empezaron a tomarme el pelo y “presionarme” para que no hiciera dieta en Navidad. Al final les hice caso y comí normal pero no conseguí disfrutar del todo y me acabé estresando muchísimo y sintiendome muy mal por no haber podido respetar mi propia palabra.
Esto es un error: el estrés y la ansiedad son nuestros peores enemigos. Hacen entrar nuestro cuerpo en un estado de emergencia así que lo más importante relajarse y divertirse.
Recomendación: Si el día de Navidad no hay forma de seguir DMA, no te preocupes, simplemente no lo hagas. Diviértete con tu familia y amigos, recuerda beber mucha agua, comer muchas verduras y disfrutar de la comida. Una buena idea, tras la Navidad, puede ser hacer el plan de 3 días de sopas detox de Haylie, y luego seguir con DMA normalmente.
2. Puedo resistir a todo, excepto a las tentaciones
Según Oscar Wilde, un escritor que adoro, la única manera de liberarse de una tentación es ceder. Yo estoy de acuerdo, pero usando la cabeza. Estás celebrando la Navidad con tu familia y proponen un brindis con ese vino que tanto te gusta y decides tomar una copa. Perfecto. Simplemente recuerda beber más agua durante el día. La proporción ideal sería por cada copa de vino u otro alcohol (mejor vino ecológicos o licores claros y de buena calidad) una copa de agua extra.
Recomendación: Durante la comida intenta empezar por los platos más proteicos, así la entrada en circulación del azúcar en nuestra sangre será más lenta.
Tras la comida, la mesa está llena de dulces y turrones, asegúrate tener una opción sana y golosa hecha por ti, te ayudará a saciar tus ganas de dulce sin sentirte mal.
3. El menú de Navidad está lleno de alimentos prohibidos
Una de las cosas que he aprendido de la DMA es que comer bien no tiene porque excluir comer sano. A menudo, parece que un plato sin mantequilla, patata, harina o azúcar no está bueno. Pues no es verdad. Hay muchísimas recetas sanas que están increíbles; te sorprendería descubrir que la mayoría puedes incluirlas tranquilamente en DMA. Al final, se trata de poner especial atención en la elección de los platos y de los ingredientes que vas a usar.
Recomendación: Por ejemplo, El asado es uno de los platos más típicos de Navidad, puedo cocinarlo con mantequilla y patatas fritas o prepararlo con aceite de oliva (o incluso sin, mira esta receta) y boniatos al horno. Lo mismo vale para los dulces. Puedo elegir hacer un postre que lleve mantequilla, azúcar y chocolate blanco o hacer uno mucho más sano. Por ejemplo, con xilitol de abedul o stevia (o incluso azúcar de coco para F4) frutas frescas y harinas integrales. Sólo se trata de usar la imaginación.
4. Cocino para toda mi familia y no tengo tiempo par mi
Uno de los problemas mayores era que al cocinar para toda la familia, me pasaba horas en la cocina y preparaba todo tipo de platos estando completamente en ayunas, quizás probando alguna salsa, pero sin comer realmente. Al final a la hora de comer o cenar estaba muerta de hambre.Este es uno de los errores más comunes, lo mejor en estos casos es no olvidarse de comer.
Recomendación: No dejes tu cuerpo sin energía: consume snacks proteicos a lo largo del día. De esta forma, llegarás a la comida o a la cena con más tranquilidad y menos hambre.
Espero que este post pueda ayudar en Navidad. No os olvidéis de comentar los problemas que os encontráis vosotros así todos juntos podremos ayudarnos 😉